Es importante que el alumno
reconozca la igualdad de las personas en dignidad y derechos, así como a
respetar y valorar sus diferencias en su forma de ser, actuar, pensar, sentir,
creer, vivir y convivir. La diversidad es una condición inherente a cualquier
forma de vida y se expresa en aspectos como edad, sexo, religión, fisonomía,
costumbres, tradiciones, formas de pensar, gustos, lengua y valores personales
y culturales.
También implica tener la posibilidad de colocarse en el lugar de
los demás, de poner en segundo plano los intereses propios frente a los de
personas en desventaja o de aplazarlos para el beneficio colectivo. Abarca la
habilidad para dialogar con la disposición de trascender el propio punto de
vista para conocer y valorar los de otras personas y culturas. A su vez implica
equidad, lo cual demanda el desarrollo de la capacidad de empatía y solidaridad
para comprender las circunstancias de otros, así como poder cuestionar y
rechazar cualquier forma de discriminación, valorar y asumir comportamientos de
respeto a la naturaleza y sus recursos.
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